Deportistas de éxito
POR JOAN EGEA BARBER
08/10/2022
El verdadero éxito siempre supone un cambio personal interior que posibilita y refleja los resultados del ámbito deportivo o del laboral, entre otros.
El deportista de éxito, como la persona de éxito, es consciente de que sus actuaciones no son solo el resultado de su esfuerzo individual, sino que su máximo esfuerzo les genera una energía vibracional interior capaz de sintonizar y atraer renovadas energías mentales y espirituales que trascienden el propio poder del yo personal.
Algunas personas de éxito sirven de modelo para mucha personas, y son admiradas como leyendas no solo por su técnica y maestría deportiva sino, sobre todo, por aquello en lo que se han convertido.
La característica que distingue a los Messi, Nadal o Djokovic, reside en la humildad y la gratitud.
El sueño de los que consiguen llegar más lejos es una historia de vida cimentada en el amor, en la que tuvieron que atravesar y superar momentos de grandes dificultades, como una grave enfermedad a los trece años, separaciones traumáticas de sus seres queridos o quiebra económicas, entre otras.
El ámbito mental y el espiritual son difíciles de aceptar y comprender entre la gente, y es precisamente desde los grandes deportistas y otras personas de éxito donde podemos encontrar modelos útiles para lograr una mejor comprensión.
A todas las grandes personas exitosas les llegó ese momento en el que estuvieron a punto de dejarlo todo, sin embargo, tomaron la firme decisión de continuar luchando por su sueño.
El principal objetivo en la vida de toda persona debe consistir en “ser feliz”, y cada uno de nosotros tiene su propio concepto de felicidad. Pero, sea cual sea tu misión, si la tienes clara y bien definida, logrará dar sentido al resto de tus objetivos, acciones y tomas de decisiones a las que te enfrentas en tu día a día.
Cuando tienes un propósito de vida y decides sin excusa comprometerte y dirigirte hacia él, se generan enormes fuerzas vibratorias internas, y experimentas una motivación como nunca jamás habías concebido.
Los deportistas exitosos viven enfocados en lo que consideran su misión, y en sus tomas de decisiones importantes se dejan guiar por lo que les dicta su espíritu y su mente, su alma y su cabeza.
Sus objetivos los quieren mentalmente y los sienten emocionalmente, por eso no dudan y poseen una enorme capacidad de enfocarse y mantener la atención constantemente sobre ellos. Las demás personas los ven como “locos obsesionados”, pero a ellos no les importa lo que opinen los demás.
Los grandes admiran a los grandes que destacan. Los demás actúan como “hinchas forofos” y su desatada pasión les provoca envidias en vez de admiración.
Las masas de “forofos” acuden a los medios de comunicación (televisión, internet, bares, etc.) para alimentarse de negatividad y falsedades amplificadas hasta convertirlas en “verdades” para sus adeptos.
Las personas de éxito quieren lo mejor para su país y para la humanidad, porque han comprendido que quien más da y aporta, más recibe. Saben que no son dioses y que necesitan, como requisito para su éxito, de ayuda y de apoyos de los demás para formarse y crecer como personas.
Sin embargo, lo más común es encontrarnos personas endiosadas por el éxito, entre ellas muchos deportistas, con un “aparente” éxito a corto plazo y que, en la mayoría de los casos, más pronto que tarde dejan de ser los mejores e incluso dejan de ser competitivos. Todo ello, sin haberse ocupado por descubrir su verdadero propósito de vida y entrando en periodos caracterizados por situaciones anímicas y mentales difíciles de gestionar.
Las personas de éxito, como todas, también experimentan episodios negativos y difíciles en sus vidas, que aceptan y no les gusta remover, prefieren centrarse en el futuro y no en lo que ya pasó. Saben que no pueden agradar a todos y que no todos les van a comprender.
Joan Egea Barber.
Este artículo se corresponde con contenidos de los capítulos de la trilogía Vibra+ Sistémica, si te ha parecido interesante puedes ampliar información en el enlace siguiente.