El experimento más bello del mundo.
POR JOAN EGEA BARBER
12/08/2022
DOBLE NATURALEZA ONDA (ENERGÍA), PARTÍCULA (MATERIA)
La demostración científica de que la luz sea, al mismo tiempo, ondas y partículas es una evidencia que vino a desafiar la lógica científica.
El experimento de la doble rendija sintetiza el misterio de física cuántica.
Cuando los físicos hicieron pasar electrones, uno a uno, a través de la configuración, cada partícula parecía interferir con sigo misma, aparentemente pasando cada electrón por ambas rendijas a la vez. Esta es la principal razón, por la que muchas personas consideren que es el experimento físico más hermoso jamás realizado, así como el más extraño.
Los descubrimientos científicos son éticamente neutros y solo indican estructuras y funciones, sin embargo, las valoraciones e interpretaciones de los datos y, sobre todo, del propósito de la existencia del universo y del automatismo humano, no son temas científicos sino filosóficos, ambos ámbitos lejos de oponerse deben ser considerados complementarios, de forma que desde el conocimiento interdisciplinario, logremos elevarnos a nuevos niveles imposibles de alcanzar de forma aislada y separada.
La partícula ha dejado de ser ese asiento individual dentro del estadio, para ser considerada la totalidad del estadio.
Este hecho implica una nueva y revolucionaria forma de pensar, por la imposibilidad de la objetividad absoluta, y al mismo tiempo, por una necesaria puesta en valor de la complejidad intersubjetiva y entrelazada de la realidad.
EL EFECTO OBSERVADOR
En las relaciones comunicativas la observación se convierte en una resonancia fruto de la interacción de interferencia vibracional sobre lo que se observa o se quiere conocer.
Esto implica una forma de observación subjetiva profunda, una forma de pensar que pone en valor la intersubjetividad, en detrimento de una objetividad sobrevalorada.
El comportamiento del sistema electrón (que muchos se empeñan en considerar como una simple partícula), en ciertas condiciones se observa como onda. Lo extraño es, que cuando se observa a los electrones funcionando como ondas, vuelven a comportarse como partículas.
Cuando el automatismo humano espía al electrón, lo hace desde su energía vibracional creada desde sus creencias, que interfiere con la información sobre el electrón.
LIBRE VOLUNTAD (ALBEDRIO) Y EQUILIBRIO DINÁMICO (DETERMINISMO)
Un electrón por sí mismo es libre, puesto que, sobre la naturaleza de la propagación de ondas, no se puede calcular su trayectoria, de igual manera que no se puede calcular la trayectoria personal de ninguna persona (libre albedrío).
Sin embargo, un millón de sistemas como el electrón dibujan un sistema resultante más amplio que si se puede predecir.
Constituyen alternativas que varían de intensidad, dibujando desde esa dinamicidad un armonioso equilibrio dinámico en forma de onda senoidal, que representa al sistema en su conjunto.
Dependiendo desde que dimensión las estemos observando, las partículas dejan de comportarse como anárquicas y comienzan a actuar como una orquesta. Permanecen en un orden coherente, lo cual significa que están entrelazadas por líneas de fuerzas de campos del éter resonando en la misma frecuencia senoidal.
Las formas diversas y automáticas de vuelo sintonizado de centenares de estorninos representan un buen ejemplo del comportamiento caótico, puesto que las formaciones que realizan son totalmente imprevisibles.
Sin embargo, a pesar de ello, los estorninos vuelan sin chocarse entre ellos, debido a que unas reglas simples, aplicadas por una multitud de agentes, que actúan simultáneamente, hacen emerger un inteligente comportamiento colectivo intersubjetivo.
Los centenares de estorninos con sus comportamientos consiguen la condición de resonancia. Donde todo el sistema comparte una vibración muy elevada e inteligente a nivel del conjunto.
Esta resonancia compartida, se ha producido cuando los sistemas vibran/oscilan en simpatía (una onda de vibración en un cuerpo provoca otra similar en otros cuerpos) con otros.
Con el experimento de la doble rendija se pone de manifiesto que mediante el desorden derivado del flujo de formas caóticas, como las de los diferentes vuelos de cientos de estorninos, se producen progresivamente configuraciones ordenadas surgidas de este desorden.
La fuerza de atracción o atractor actúa como un auto organizador del caos.
Si observamos el esquema del experimento, la primera parte codifica o dibuja mediante una curva normal la evolución del sistema que va repitiendo el modelo o patrón en forma de curva normal.
De tal manera que los elementos componentes (electrones, pero también los automatismos humanos) como conjunto, se sienten atraídos ha quedar programados bajo esta configuración.
Pues si alternamos el sistema a fin de que se aparte de su comportamiento, observamos como tiende a volver hacia él tan rápidamente como puede.
ONDA SENOIDAL PREDETERMINADA
La onda senoidal en equilibrio dinámico es la síntesis entre la simplicidad y la complejidad.
Como vemos en la parte final del experimento, los sistemas caóticos configuran o dibujan trazados simétricos recursivas. Así pues, orden y desorden, simplicidad y complejidad quedan integrados en el equilibrio dinámico senoidal.
La onda senoidal, constituye la esencia objetiva, subjetiva e intersubjetiva del Teleautomatón y de la realidad misma.
Vivimos dentro de un equilibrio dinámico, en continuos movimientos y comportamientos interdependientes, y todo ello trae consigo la percepción de una especie de caos a todos los niveles.
Sin embargo, dentro de ese caos es donde han nacido todos los órdenes y desordenes físicos y mentales que conocemos. En este proceso reside el éxito de la evolución y desarrollo de todo automatismo humano y de toda la civilización.
Este artículo se corresponde con uno de los capítulos del curso Teleautomatón, si te ha parecido interesante puedes ampliar información en el enlace de abajo.
Joan Egea Barber.