Método Nikola Tesla "Los 4 circuitos resonantes"

POR JOAN EGEA BARBER
18/06/2022

Imagina por un instante, que en la antena de tu pequeño smartphone, tienes una especie de gigantesco bombo de loterías lleno de millones de bolas, cada una de las cuales se corresponde con las diferentes frecuencias o números de teléfonos operativos en tu ciudad o país, y todas ellas permanecen disponibles para salir del bombo y entrar por un agujero por el cual solo cabe una bola para poder comunicarse contigo.

Posiblemente te habrá parecido sencillo imaginarlo. Sin embargo, lo que no te resultará tan sencillo será comprender cómo es posible que tu dispositivo smartphone tenga el poder mágico de elegir el número de móvil (frecuencia) que tú has decidido de entre millones de posibilidades. Cómo es posible que de dentro de un bombo de millones de números salga (entre a tu teléfono) exactamente el número de bola que tú has decidido elegir.

Este proceso de atraer la frecuencia de vibración única, entre millones de posibilidades, con la cual quieres comunicarte es posible gracias al fenómeno de resonancia.

Nikola Tesla con el descubrimiento de su método de los 4 circuitos resonantes, fue quien sentó las bases para el desarrollo de este proceso mágico de sintonización de energías, clave en la transmisión de energías a distancia y nacimiento de las telecomunicaciones.

Cuando Tesla presentó su método de los 4 circuitos en resonancia afirmó:

“…el dispositivo (de los cuatro circuitos resonantes) que he mostrado obviamente tendrá muchos usos valiosos como, por ejemplo, para transmitir mensajes inteligibles a grandes distancias”

NIKOLA TESLA

No solo el dispositivo de radio o de los smartphones, entre otros, funciona bajo el principio o ley universal de la resonancia que nunca falla, por ello Tesla afirmaba la posibilidad de que tuviese muchos usos valiosos para la humanidad y no se conformó con obtener la transmisión y recepción de mensajes de información telegráficos o de imágenes y sonidos, sino que se enfocó en algo mucho más valioso y necesario para nuestra civilización: la teletransmisión que hiciese posible la llegada de energía eléctrica a cada uno de los rincones de nuestro planeta de forma económica y sostenible.

El fenómeno de resonancia nos permite absorber más energía de lo normal, porque es capaz de producir una amplificación muy elevada de la energía. Así, por ejemplo, si hacemos resonar la energía de una bombilla de 60W, nos permitiría lograr un nivel de intensidad y potencia capaz de cortar incluso una barra de acero. O si hiciésemos resonar la energía de uno de esos pequeños punteros de infrarrojos utilizados para las presentaciones de diapositivas, la intensidad de la energía de dicho haz, que inicialmente solo llegaba a alcanzar unos pocos metros, ahora podría propagarse por decenas de kilómetros.

El descubrimiento de las ondas de radio supuso el nacimiento de la tecnología electrónica y el fundamento de una de las mayores revoluciones y avances de nuestra humanidad.

Antes de que H. Hertz demostrase la existencia de las ondas de radio electromagnéticas, estas fueron intuidas por pensadores como M. Faraday y J. C. Maxwel, en una época en que los más eruditos, no se conformaron con manifestar su desacuerdo a dichas “intuiciones” en torno a la posibilidad de la existencia de ondas invisibles propagándose por el Éter, sino que las rechazaron a niveles de burla, calificándolas de meras especulaciones teóricas, de un conocimiento filosófico inútil y sin ninguna validez práctica o aplicativa.

Un radioenlace consiste en la comunicación de frecuencias de vibración (ondas), que nos permite transmitir la energía de la señal a grandes distancias. El transmisor genera las ondas y las emite al espacio (Éter). Si profundizamos en estos dispostivos vemos que funcionan bajo los principios de resonancia y del Transformador de Tesla, siendo capaces de convertir una determinada manifestación de energía-materia de entrada en una diferente de salida.

De modo similar las personas emitimos vibraciones al Éter o Campo Electromagnético Unificado. Nuestro verdadero trabajo consiste en hacer resonar (sincronizar) nuestras energías interiores sin importarnos demasiado las circunstancias. El lenguaje en el que el universo establece las relaciones comunicativas con nosotros, y nosotros con él, no entiende la petición de nuestros deseos, porque su lenguaje de comunicación no son los diferentes idiomas, sino la resonancia o sincronía de las diferentes vibraciones.

MÉTODO DE RESONANCIA TESLA 4CR:

Circuito resonante transmisor:

1. L1 ENERGÍA DEL CUERPO (MATERIA)
   1. Acciones
   2. Circunstancias
2. L2 ENERGÏA DE LOS PENSAMIENTOS (ENERGÍA)
   1. Mediación interna consciente perceptible 3%
   2. Mediación interna no observable 97%

Circuito resonante receptor:

1. L3: ENERGÍA DE LAS EMOCIONES INTERSUBJETIVAS
   1. Interferencias perfiles. Emociones negativas.
   2. Sentimientos positivos.
2. L4: ENERGÍA ESPIRITUAL SUPRACONSCIENTE (ENERGÍA)
   1. Fuente del propósito.
   2. Campo o lineas de fuerza.

Núcleos de relaciones comunicativas:

1. Relación con nosotros mismos.
   1. Mente.
   2. Cuerpo.
2. Relaciones con la Naturaleza y con los demás.
   1. Perfiles modelos.
   2. Perfiles interferencias.
3. Relación con lo trascendental.
   1. Campo Electromagnético o Éter.
   2. Mundo de las ideas, de las infinitas posibilidades.

Todo proceso creativo se materializa cuando las siguientes energías se alinean con un propósito, haciendo que se muevan las líneas de fuerza del Éter, porque tu energía y la del Éter están resonando. 

1. Energía de los pensamientos.
2. Energía de las emociones.
3. Energía del cuerpo.
4. Energía espiritual.

Si aprendes a llevar a cabo este proceso, te vas a maravillar. Salir de la programación subconsciente y elevarte de nivel, te lleva de la dependencia de tus relaciones de interferencia con los demás, a una adecuada interacción entre tus relaciones con los demás y tu relación con lo trascendental desde la relación contigo mismo.

Este artículo se corresponde con uno de los capítulos del curso Teleautomatón, si te ha parecido interesante puedes ampliar información en el enlace siguiente.

Joan Egea Barber