Reparación y ajuste de problemas humanosociales
POR JOAN EGEA BARBER
29/08/2022
Desde niños se nos enseña a analizar los problemas, a dividir en partes el mundo. Esta forma de proceder nos facilita las tareas complejas, pero tiene enormes consecuencias debido a que perdemos la conexión con la totalidad.
En un sistema complejo como el que puede constituir, por ejemplo, el receptor de televisión de nuestras casas, cuando surge un problema o avería de funcionamiento, una de las formas simple de intervenir para solucionarla, podría consistir en que un técnico midiera, por separado, el estado de cada uno de los componentes, incluso con el receptor apagado.
De esta forma, podría encontrarse, por ejemplo, con una resistencia quemada o en mal estado y proceder sin más a su sustitución.
Sin embargo, desde esta metodología rápida de solucionar las cosas, lo más probable es que al cabo de poco tiempo el componente sustituido se vuelva a quemar de nuevo.
La intervención asistémica y cortoplacista del técnico no ha sido capaz de captar, ni tan siquiera plantearse la verdadera causa que provocó que la resistencia se quemase.
Esta manera de proceder analizando estáticamente y aisladamente los componentes de un sistema complejo como el que representa una radio, un televisor, un aula educativa, o una instititución de servicios sociales, entre otros, pone parches temporales, pero ni muchísimo menos soluciona el problema.
Para realizar intervenciones eficaces, se precisa comprobar el funcionamiento del sistema receptor de televisión, como un todo, holísticamente.
El técnico precisa conocer cada uno de los diferentes modulos o subsistemas implicados, la estructura organizativa o red de sus componentes, mediante herramientas eficaces como los esquemas o diagramas, las interacciones que se dan entre ellos y los diferentes procesos que se deben dar para lograr el funcionamiento óptimo del sistema receptor de televisión.
Esta metodología resulta más compleja y de mayor dificultad (aprender el significado de los esquemas, los diferentes niveles o indicadores para su funcionamiento óptimo, valorarlos, etc.) sobre todo a corto plazo. sin embargo, nos garantiza soluciones estables y a largo plazo, porque de este modo seremos capaces de descubrir la verdadera causa, en este caso el por qué la resistencia se había quemado.
La intervención rápida y cortoplacista del primer técnico, provocó que a largo plazo, en vez de tener una resistencia quemada, se pudieran ver afectados otros componentes y partes del sistema, llegando incluso a imposibilitar la reparación.
Detras de todas estas analogías, se esconde una trágica verdad en torno a la mayor parte de los problemas urgentes que nuestra civilización interdependiente, tiene planteados hoy en día.
Un contexto de implementación de intervenciones que tratan de enfrentar problemas y crisis que continuamente se les vienen encima, y que sin embargo, solo lograran empeorarlas.
Las intervenciones llevadas a cabo por personas de mentalidad no sistémica y con tendencia a la polarización, en ámbitos tan diversos como el económico, el convivencial, el educativo o el de salud, entre otros, nos muestran resultados ineficaces, sobre todo, a medio y largo plazo, de consecuencias trágicas, que se llevan por delante los sueños de muchas personas, instituciones y sociedad en general.
Los dirigentes, directivos y sus equipos técnicos, ante las consecuencias cada vez más devastadoras, que se vienen encima de la propia ciudadanía, mantienen su foco en poner cosidos cortoplacistas, de realizar remiendos provisionales, de darle rápida solución a las innumerables "resistencias quemadas" que les mantienen en el poder sin ser conscientes del riesgo de poder llegar a quemar el propio sistema en su conjunto, si no es que ya lo han hecho.
Este artículo se corresponde con uno de los capítulos del curso Teleautomatón, si te ha parecido interesante puedes ampliar información en el siguiente enlace.
Joan Egea Barber
